Fotografías tomadas en mi ciudad natal, La Plata, más precisamente en el paseo del bosque. De pequeña solía escabullirme entre los pasadizos de estas cavernas y me imaginaba que debía protegerme de los monstruos que me perseguían. Exaltada por sus formas y abstracción, volví a vivenciar aquellos años de infancia y repetí el experimento. Mientras iba caminando, entrecerré los ojos y de repente aparecieron ante mi capacidad de asociación siluetas de animales y partes del cuerpo humano, entre otras cosas. Elegí este sitio ya que tiene mucha carga emotiva para mí. Es mi bitácora de recreación, jugar con los espacios, interactuar con ellos y a la vez, sentirme niña nuevamente. Mi cápsula del tiempo eterna...
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